La vuelta a la rutina y su impacto en el ciclo
Septiembre trae consigo cambios de horarios, menos horas de luz y un aumento del estrés. Estos factores alteran nuestro ritmo circadiano, el reloj interno que regula funciones esenciales como el sueño, la energía y el estado de ánimo. Cuando lo combinamos con las variaciones hormonales del ciclo menstrual, el efecto se multiplica.
Un estudio publicado en The Journal of Biological Rhythms (2018) mostró cómo la reducción de la exposición a la luz natural puede alterar la secreción de melatonina y cortisol, afectando directamente al descanso y al estado de ánimo. Otro trabajo en Frontiers in Endocrinology (2020) evidenció que estos cambios se notan con especial intensidad en mujeres en edad fértil, ya que las fases hormonales amplifican la sensibilidad al entorno.
Cómo se reflejan los cambios en cada fase
- Fase folicular: la subida de estrógenos suele aportar vitalidad, pero la falta de luz puede contrarrestar este efecto y provocar fatiga.
- Ovulación: en condiciones ideales, se siente más energía, pero el estrés de la vuelta a la rutina puede aumentar la incidencia de migrañas hormonales.
- Fase lútea: con la bajada de serotonina y progesterona, la falta de sol acentúa síntomas premenstruales como irritabilidad o insomnio.
- Menstruación: aquí el descanso y el cuidado del cuerpo son fundamentales; si el sueño se interrumpe, el dolor y el cansancio se intensifican.
Lo que pocas veces se dice: el papel de los productos menstruales en tu salud
Aunque solemos hablar del impacto de la alimentación o el ejercicio, rara vez se menciona la importancia de los productos que usamos durante la regla. La mucosa vaginal es una de las zonas más permeables del cuerpo, y lo que entra en contacto con ella puede influir en nuestra salud. El algodón orgánico certificado de MyAlma, libre de tóxicos y perfumes, evita irritaciones y ayuda a mantener el pH natural, algo crucial en momentos de mayor vulnerabilidad física como los cambios de estación.
Claves para un septiembre más equilibrado
- Exponte a la luz natural al despertar para regular el reloj biológico.
- Mantén rutinas de sueño estables.
- Elige productos de higiene menstrual que respeten tu cuerpo y tu salud íntima, porque lo que usas cada mes importa más de lo que se suele contar.
